A la reunión de la Asamblea General de la FESBA celebrada en Guadalajara el pasado lunes, 12 de octubre, asistieron 53 de sus 68 miembros. La mayoría de las ausencias se debieron a las restricciones de movilidad provocadas por la pandemia del Covid-19, que también obligó a trasladar la Asamblea fuera de Madrid, y otras, como fueron los casos de las jugadoras Carolina Marín y Clara Azurmendi, al encontrarse compitiendo fuera de España.
La candidatura de Andoni Azurmendi recibió 47 de los 53 votos, con 6 en blanco. De esta manera, el nombramiento del dirigente donostiarra quedó a la espera de que se hiciera firme este jueves, 15 de octubre, en la reunión de la Junta Electoral formada por Borja Osés, Eva Vidal y Alicia García, la cual procedió a la “Proclamación y Publicación de resultados definitivos de las Elecciones a la Presidencia y a la Comisión Delegada de la FESBA”.
En la Asamblea General no fue necesario votar a los nueve miembros de la Comisión Delegada, toda vez que se presentaron el mismo número de candidatos. De este modo, sus nuevos miembros son Ramón Quiroga (Cíes), Nicolás García (Oviedo) y David Cifuentes (Ciudad de Villalba), como representantes de los clubes; Florentín Rodríguez (Canarias), María Luis Pérez de la Torre (Cantabria) y David Gómez (Asturias), de las territoriales; el técnico Roberto González y los deportistas Vicent Riera y Jenifer Fernández.
Después de agradecer la confianza a los asambleístas "y amigos del bádminton español", las primeras palabras de Andoni Azurmendi a la Asamblea de la FESBA como presidente fueron un llamamiento a la unidad. "Si hoy estoy aquí no solo es por vosotros, los que me habéis animado a presentarme y los que con vuestros votos me habéis elegido presidente, sino también para gestionar nuestro bádminton con vosotros. Porque la FESBA somos todos y presidirla no solo es un honor para mí, sino que me hace mucha ilusión hacerlo en equipo", señaló.
Ilusión y equipo, estas son las palabras en torno a las cuales Azurmendi dijo que "me gustaría que trabajemos los próximos cuatro años". "Y cuando hablo de equipo quiero que pensemos en todos esos jugadores, técnicos, árbitros, clubes, organizadores, federaciones territoriales, los trabajadores de FESBA... Desde los que acaban de empezar hasta nuestros máximos exponentes, como actualmente son Carolina Marín, quien no ha podido estar con nosotros, o su entrenador, Fernando Rivas, al que me hace especial ilusión ver aquí y sé que va a ser el primero en empujar en esta nueva etapa".
Después de estas palabras, el nuevo presidente de la FESBA leyó un breve discurso en el que mandó un mensaje de optimismo. "En estos tiempos de crisis e incertidumbre que nos están tocando vivir surgen también oportunidades que nos obligan a estar preparados e invitan a marcarnos nuevos retos. Aunque nuestro deporte nos ha obsequiado en los últimos años con unos resultados que posiblemente nunca hubiéramos soñado, y de los que es de ley reconocer a todos aquellos que han contribuido a que ocurriera, como ha sido David Cabello con 16 años de presidencia y su junta directiva, es cierto que también se ha producido un estancamiento en su desarrollo, así como una desconexión entre el bádminton local o autonómico y el que directamente gestiona la FESBA. Esto ha hecho que mucha gente viera a la FESBA como algo ajeno y no se sintiera partícipe".
Conocedor del funcionamiento de las territoriales como presidente de una de ellas antes de hacerse cargo de la FESBA, Andoni Azurmendi señaló que "está claro que cada territorial es diferente y debemos atender sus demandas para convertirlas en un objetivo común y en la búsqueda de la excelencia. No todas necesitan lo mismo, pues no todas están en la misma fase de desarrollo, de ahí la importancia de estar en permanente contacto con ellas y colaborar con cada una de manera diferenciada".
Si algo dejó claro su nuevo presidente es que "en la FESBA, como en cualquier organización, se debe imponer la meritocracia y una gestión como la que requiere una empresa de excelencia. Por ello lo primero que hay que hacer es definir su misión, para después liderar un proyecto construido entre todos y para todos y ejecutado por profesionales implicados y con ilusión. Los dirigentes, en mi caso de manera completamente desinteresada, debemos ocupar nuestro espacio y desde él dar confianza y dotar de medios a quienes deben definir y desarrollar una gestión político-deportiva moderna y ambiciosa, a la vez que sostenible e inclusiva".
Según Azurmendi, "es imprescindible que todas las áreas de la FESBA estén interconectadas, algo que solo puede realizarse a través de un grupo de personas que sepan gestionar cada una de ellas y con un presidente que esté, por encima de todo, AL SERVICIO de las personas. Siempre con respeto y liderando un nuevo proyecto, integrador, innovador y en el que el deportista ocupe el centro de atención".
Para acabar, el dirigente donostiarra indicó que "tanto los directivos como los profesionales de la FESBA debemos poner nuestra voluntad y nuestro talento al servicio de la entidad. Nunca anteponer intereses personales a los del bádminton español. Esta idea es el núcleo central de nuestro programa, para romper con las dinámicas anteriores y poner las bases de un futuro ilusionante que hoy no emprendo yo, sino que emprendemos todos".