A pesar de la gran calidad y el excelente nivel de juego que están desarrollando los nuestros en la capital del Cantábrico, los resultados de la jornada del martes arrojan luces y sombras.

Comenzamos el análisis con el doble mixto, prueba en la que nos hemos llevado el mayor número de alegrías, con dos de las tres parejas avanzando a la siguiente ronda. Rodrigo Sanjurjo y Nikol Carulla daban la primera noticia de la mañana, seguidos de Lucía Rodriguez y Ruben García. Ambas parejas dejaban atrás a dos parejas Ucranianas con gran autoridad.

Por su parte, la también pareja de mixto Franco-Paya, se quedaba sin opciones ante los malayos Choi-Lai.
Al igual que nos quedamos sin opciones en individual femenino, prueba en la que todas las representantes españolas han caído derrotadas, en su mayoría por jugadoras asiáticas de primera línea.

En el individual masculino, Álvaro Moran no fue capaz de ponerle freno a su rival, el alemán Sanjeevi Padmanabhan Vasudevan por 15-21 y 17-21. Sin embargo, llegó Basi para devolver la alegría a la afición española. Y como ya lo hizo en la primera ronda, nos tuvo en vilo hasta el último minuto, poniendo a prueba el corazón del técnico Rafa Vázquez que le acompañaba en la pista. El resultado para Basilio porto fue de 21-16, 17-21 y 22-20 dejando al sueco Edvar Hylander con la maleta lista para irse del cuadro de individual.

En cuanto al doble femenino, también España se queda fuera de cuadro con las derrotas de las parejas Caballero-Paya y un agónico partido de la dupla Carulla Rodriguez que estuvo a punto de mandar a casa a la pareja canadiense Dent-Lin.

Por último, en doble masculino, siguen en el torneo la pareja Franco-Garcia al vencer a la pareja holandesa Spaans-Van Dalm 21-14 y 21-15. Desafortunadamente no les acompañarán en la siguiente fase sus compañeros Ricardo Rettig y Rodrigo Sanjurjo, que perdieron ante los campeones del mundo por equipos, los coreanos Cho-Park 10-21 y 16-21.

Jornada que nos trae un poco de todo al frente español, que mañana se enfrentará a nuevos retos, buscando dejar la bandera rojigualda en lo más alto posible de la clasificación.