Carmen Martínez es la referencia internacional en el arbitraje español y a partir del 28 de agosto también será la gran referencia a nivel mundial, pues ejercerá de juez-árbitro principal en la competición de parabádminton de los Juegos Paralímpicos de Paris 2024. La árbitro muricana comenzó a formarse en 1999 y ha logrado convertirse en la primera española en llegar a juez-árbitro mundial. En este tiempo, ha sido testigo de la evolución y el crecimiento de una modalidad que, como la propia Martínez reconoce, esconde grandes historias de vida detrás de los deportistas.
Por todo ello es una voz autorizada para valorar no solo la situación del parabádminton a nivel mundial, sino también a nivel nacional, como se vio en el reportaje "España, en la élite mundial del parabádminton" que se emitió en Teledeporte y que está disponible en el canal de YouTube de la Federación.
Pregunta: ¿Podrías resumir tus inicios en el bádminton y el parabádminton hasta llegar a ser juez-árbitro?
Respuesta: La verdad es que podríamos llamarlo "cosas del destino". Cuando terminé mis estudios en el INEF y volví a Murcia, me puse en contacto con mi federación territorial porque conocí el bádminton durante mi formación y me enganchó desde el principio. Siempre había competido en voleibol y me gustó la idea de formarme más en bádminton como otra opción de deporte de red. Probé a jugar durante un tiempo, pero me resultaba complicado en comparación al voleibol, y durante ese tiempo, por casualidad, se celebró un curso de árbitros al que me inscribí sin pensarlo. Y así empezó todo, primero el curso de árbitro en 1999 y después el de juez-árbitro en bádminton en 2001.
La parte de parabádminton vino sólo unos años después, cuando España fue designada para organizar el Campeonato del Mundo en Sevilla 2001. Nadie tenía ni idea de en qué consistía el parabádminton, así que otro juez-árbitro y yo nos fuimos al Open de Alemania en el año 2000 a formarnos adecuadamente para poder organizar el evento. Yo me había especializado en deporte para personas con discapacidad durante mi formación, así que me pareció una oportunidad estupenda. Y como resultado, todos los árbitros de ese Mundial fueron Made in Murcia.
P: ¿Qué te motivó a seguir una carrera en el arbitraje deportivo, específicamente en bádminton?
R: Durante muchos años seguí compatibilizando el entrenamiento en voleibol con el arbitraje en bádminton, hasta que llegó un momento en que cada vez se sumaban a la lista un mayor número de competiciones nacionales e internacionales, tanto de bádminton, como de parabádminton, por lo que después de 29 temporadas dejé el voleibol para dedicarme exclusivamente al bádminton.
El mundo arbitral te permite tomar otro tipo de decisiones y te plantea retos muy distintos al del entrenamiento. Es una manera estupenda de estar en contacto con un deporte que te gusta y disfrutar a los mejores jugadores en la pista, viajar, tener una pequeña familia en cualquier parte del mundo. Los jugadores entrenan para ganar, nosotros para dar las mejores condiciones a los jugadores en cada momento.
P: ¿Qué significa para ti ser la primera juez-árbitro española en la competición de parabádminton de los Juegos Paralímpicos?
R: Es un sueño hecho realidad... Cuando empecé en el mundo del parabádminton era un entorno completamente desconocido y olvidado. Lo he visto crecer y evolucionar, y he podido formar parte de su pequeña historia. Ser la juez-árbitro de los Juegos Paralímpicos ha sido uno de mis objetivos desde que se anunció su incorporación en Tokyo 2020.
Detrás de cada deportista paralímpico hay grandes historias de vida, no sólo de competición, y siempre he admirado y respetado su constancia y esfuerzo personal como un añadido extra que debemos tener muy presente.
P: ¿Cómo crees que tu logro puede influir en otras mujeres y en el arbitraje deportivo en España?
R: Sinceramente espero que pueda haber muchas otras mujeres que entiendan las grandes oportunidades que ofrece el arbitraje. Es un camino que cada una puede forjarse a su manera, fijando sus propias metas y siendo consciente de sus límites. Trabajar, trabajar y trabajar es el secreto del éxito, y creo que tenemos grandes futuras candidatas en las que la Federación Española debe poner su foco.
En el arbitraje deportivo en general, el crecimiento ha sido exponencial en los últimos años. Los árbitros españoles están muy a la altura de conseguir sus logros y hay nuevas generaciones creciendo continuamente. Y creo que es importante disponer del apoyo económico necesario para darles las oportunidades arbitrales que se merecen, tanto dentro como fuera de España. Es la única manera de mejorar!
P: ¿Qué expectativas y objetivos destacarías del reto que supone ser juez-árbitro en París?
R: Los objetivos siempre son cumplir con la mayor perfección posible con las condiciones de desarrollo de la competición. Alcanzar el mejor entorno para todos creando una buena dinámica dentro del grupo, ya que no debemos olvidar que cada "agente" tiene sus propios intereses: los jugadores, los técnicos, el colectivo arbitral, los medios de comunicación, etc. Es importante lograr un buen equilibrio para que todo funcione de manera fluida y satisfactoria para todos. Suena fácil pero es un reto y siempre hay cientos de ojos puestos en ti!
Mi principal expectativa es hacer un buen trabajo, además de disfrutar de cada momento. Pasear nuestra bandera en unos Juegos es un gran orgullo, y espero que sea una puerta abierta para futuras ediciones.
P: ¿Cómo ves el crecimiento y desarrollo del parabádminton en España y a nivel mundial?
R: El crecimiento ha sido bastante evidente en los últimos años. La incorporación de deportista a los centros de tecnificación ha supuesto, sin duda, un gran empuje. Se está peleando por tener cada vez más presencia en los niveles 1 de competición y esperemos que los resultados estén por llegar. Desgraciadamente es complicado competir contra los sistemas asiáticos, pero hay que seguir trabajando.
Tampoco podemos olvidar la masa de jugadores que practican parabádminton aunque no participen en competición. El entorno inclusivo aún tiene mucho desarrollo y puede ser un punto de encuentro de generaciones pasadas y futuras.
P: ¿Cómo valoras el aumento de la importancia mediática del parabádminton en España y a nivel mundial?
R: Los jugadores están cada vez más presentes y este aspecto es fundamental de cara al crecimiento. Disfrutando de más recursos se pueden obtener mucho mejor resultados, y sin la presencia mediática es imposible dar visibilidad a los objetivos alcanzados.
A nivel mundial España goza de una gran presencia, no sólo por sus jugadores, sino por la organización de competiciones. Es un producto que hay que saber exportar y es muy evidente que España tiene un merecido lugar en el mapa del parabádminton mundial.
P: ¿Cuáles son tus planes y aspiraciones futuras dentro del arbitraje deportivo?
R: En general, seguir trabajando para mantener mi participación en las competiciones de más alto nivel mundial, es especial durante estos próximos años en los que estoy formando parte del grupo de jueces árbitros semiprofesionales. En un gran compromiso que conlleva una alta responsabilidad.
Y, por otra parte, con mucha ilusión puesta en el nuevo proyecto de incorporación de Special Olympics en la BWF, en el que estaré desarrollando funciones como juez-árbitro y delegada técnica.
P: ¿Qué mensaje le darías a las jóvenes que aspiran a seguir una carrera en el arbitraje deportivo?
R: Que no se detengan, que trabajen y luchen por lo que quieran conseguir. Que se fijen pequeños objetivos, que se irán poco a poco convirtiendo en otros más grandes. Y que no hay límites, sólo obstáculos que vadear, pero todo se consigue con tenacidad y persistencia. Que escuchen consejos, pero tomen sus propias decisiones.
P: ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar en el arbitraje de bádminton?
R: Que se acerque al mundo arbitral con mentalidad abierta y ganas de aprender. Que sea reflexivo y observador. Que disfrute arbitrando sin pensar en las recompensas a corto o largo plazo. Y que ponga el corazón en lo que haga, porque cada partido es "el más importante" para alguien.